El Juzgado Segundo Penal Municipal de Cartagena con
función de control de garantías cobijó con detención domiciliaria al patrullero
de la Policía Antonio Padilla Quintero, a quien la Fiscalía le imputó el delito
de concusión.
Según la Fiscalía, los hechos ocurrieron el 23 de enero
de 2016 a las 2:20 de la madrugada, “una pareja que se movilizaba en una
camioneta por predios de la facultad de Ingeniería de la Universidad de
Cartagena aseguró que el uniformado les pidió un millón de pesos para no
hacerles un comparendo”.
La denunciante contó a las autoridades que “fueron
abordados por dos policías que estaban en una patrulla y le pidieron a su
esposo una requisa, así como los documentos del carro. Cuando él se bajó,
Padilla Quintero sacó un aparato y le dijo a ella por la ventanilla del carro
que soplara. La señora le dijo que donde estaba la boquilla, que ese no era un
alcoholímetro y él le dijo que esos eran distintos a los de la Policía de
Tránsito, por lo que según ella, aun sin haber soplado se fue para donde su
compañero y le decía que había marcado positivo”.
Agregó: “De inmediato le reclamó que como le iba a
marcar que se había tomado solo una cerveza a las 7:00 de la noche en la cena,
y que además no sopló. Le insistió que ese no era un alcoholímetro y que le
mostrara cuanto había marcado”.
Ella declaró que el uniformado le dijo que ese solo
marcaba positivo o negativo, pero los grados no. Que la multa sería de 14
millones de pesos y la suspensión de la licencia; pero también le advirtió que
podían arreglar por un millón de pesos.
“La señora le dijo que no tiene el dinero ahí, que
fueran al cajero, pero el policía le dijo que a ese no, que tenían que ir a
otro, y ella le respondió que no tenía cuenta en el que él le indicaba.
Mientras tanto, su esposo le reclamaba que por qué iban
a pagarles ese dinero, ella llamó a una hermana y consiguió 500 mil y luego
abordó un taxi y fue hasta su casa por el resto. Al llegar, les entregó el
dinero y el policía les dijo que se fueran rápido porque la grúa ya iba en
camino”, dijo la Fiscalía.
Al día siguiente la víctima acompañada de su suegro fue
al CAI Piedra de Bolívar y encontró al uniformado, le hicieron el reclamo y él
les respondió que a pesar de la ayuda ahora salía con eso.
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