La víctima tenía 33 años y era mototaxista.
Vivía en la calle donde fue baleada y los suyos contaron que el domingo en la
noche se fue a donde una hermana que vive a pocas cuadras de su hogar. Había
una fiesta y allí estuvo hasta las 3 de la madrugada de ayer, cuando decidió que
era tiempo de acabar con el festejo e irse a descansar. Se iba a pie, pero un
allegado le prestó una moto. Abordó el vehículo y partió en este, pero en el
camino se encontró con la muerte. Dos sujetos se le cruzaron en la vía y lo
obligaron a detenerse. “Uno de ellos le dijo que tenían varada la moto y por
eso le pidió que les diera gasolina. Pero Nayib estaba en tragos y les dijo que
no les iba a dar nada y siguió”, contó María Torres Berrío, tía de la víctima.
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